Diversas teorías existen sobre qué es la memoria, cómo funciona, para qué
sirve, si es contenido u operaciones… pero a ella no le importa… a L no le
importa eso.
Dalí 1951. Cabeza rafaelesca que explota. |
No sabe qué día es, no se ubica en espacio, no recuerda cómo se llama esta
prenda, hasta ha olvidado la secuencia correcta de pasos a seguir para vestirse
por las mañanas. Tiene dificultades para expresarse mediante palabras, su
lenguaje está lleno de frases hechas... pero no ha olvidado decir “Te Quiero,
qué guapa estás hoy hija, dame un beso, te vienes conmigo?”. Se llama L. La
conozco hace cuatro años. Ha olvidado casi todo. La conozco por lo que recuerda
y por culpa de lo que no… En términos cuantitativos ha olvidado mucho más de lo
que recuerda, pero recuerda lo que es querer.
La sensación de familiaridad ante caras conocidas no la resuelve con un nombre.
La resuelve con un beso y una sonrisa. Me ha dado besos de esos que sólo las
viejas saben dar. No ha olvidado cómo se hace eso. Y me hace sentir muy
contenta. Es tremendamente extraño sentirse seguro junto a alguien que por sí
mismo podría hacer bien poco. Hubo un día en que poder trabajar el lenguaje
mediante refranes fue estupendo, pero los besos del final, fueron la mejor
guinda.
Así que... ¿qué recordamos cuando olvidamos?... recordamos lo imprescindible
para sobrevivir: quiénes somos, dónde nacimos, con quién crecimos, a nuestra
madre y a nuestro padre, cómo comer y cómo llamar la atención de quienes tenemos alrededor. Ese instinto básico de rodearnos de otros...
cuando se ha olvidado, se ha olvidado todo lo demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si a ti también te remueve, házmelo saber :)
O haznos saber aquello que sea que quieras comentar...