JUGAR... A QUE NO PASA NADA

Quiero que juguemos a que no nos acordamos de nada, a que todo es nuevo y no hay experiencias pasadas que impronten o hayan determinado las presentes y futuras.

No quiero que no sepamos nada, porque no podríamos hacer nada... es un "hacer todo sin que nada importe". Sólo 24 horas, o mejor 48. Bueno, una semana. Siete días y siete noches de "se puede porque se quiere y apetece"

Una explosión de respeto y amor a todo. Correr detrás de la ilusión y placarla de un abrazo. ¡Que estalle el vitalismo presocrático en el que se celebraban fiestas en honor a Dionisio y Apolo! (y que si no entiendes lo que acabo de decir, no pase nada)

¡¡Yo quiero jugar a esto un rato!!

PRE - OCÚPATE

Me confieso freak de la etimología, y a los que nos pasa esto hay cosas que nos hacen gracia (sólo a nosotros, somos un club clandestino en el patio del colegio). Nos hace gracia ver cómo ciertas palabras de lenguas diferentes vienen de la misma raíz. Nos hace gracia jugar con monemas.

Llevo tiempo jugando con tres (monemas):   cojo el prefijo PRE, el lexema OCUP y el sufijo CIÓN.   Me sale una palabra fea: preocupación.    Y la descompongo porque quiero que sea PRE-OCUPACIÓN.

Todo este rollo ( a la vez juego) tiene una razón de ser. Viene de darse cuenta de algo que, una vez visto, hace que todo sea mucho más sencillo.

Pongámonos en situación (o situaciones). Imagínate:

Es 10 de mayo. El día 20 tienes exámenes finales. Tienes 5 asignaturas este cuatrimestre. Durante el primer mes de cuatrimestre estuviste demasiado vago como para ponerte manos a la obra con tu rutina de estudio y ahora vas a 100 por hora. No te salen las cuentas. ¿Qué sientes?

Otra: Llegas tarde. Es que te has dormido. Llegas tarde al trabajo. Y hoy querías entrar antes porque tienes tareas pendientes. Y estás llegando tarde, ¿Qué sientes?

Más: No sabes qué hacer, las dos opciones parece que tienen pros y contras por igual… puedes pasar noches en vela pensando y no acabas de aclararte, no sabes qué es lo mejor ahora, qué es lo mejor de cara al futuro… ¿Qué sientes?

Quizá: ¿Que tengo que hacer todo esto para esa fecha? No… imposible, Es de locos… ¡quién cree que eso puede hacerse en tan poco tiempo…1 ufff, qué va, así no se puede, así no hay quien lo consiga y… ¡¡¡tal como está la cosa!!! Quita…

¿Qué sientes? ¿Angustia? ¿Ansiedad? ¿Cefaleas? ¿Vértigo? ¿Agobio? ¿Presión?

Sí, H, estás PRE-OCUPADO.

Pre-ocupado. 

¿Te has percatado que cuando trazas el plan de acción y comienzas a avanzar hacia la meta, todos esos sentimientos y sensaciones negativos se diluyen? Todo eso que te atormenta es fruto de la pasividad. Es la espera infructuosa y nada productiva con pinta de pescadilla que se muerde la cola. No te deja pensar con claridad y sólo conduce a perder más tiempo.

Empieza por priorizar y conocer tu objetivo, buscar soluciones, seleccionar la más adaptada y útil, diseña tu plan, llévalo a cabo, comprueba que los pasos que estás dando te llevan a ese objetivo, sigue llevándolo a cabo y verás que ese proceso te aleja de la angustia. Esto, ya no es preocupación, a esto le quitamos el prefijo, ahora estamos en OCUPACIÓN, acción, metas, acciones con un propósito.

PRE - OCÚPATE

Otro atentado ¿asustado? (Hobbes Vs. Rousseau)

Homo homini lupus  significa "el hombre es un lobo para el hombre". Lo dijo Hobbes, en el siglo XVII, para quien era necesario un Estado capaz de velar porque no prevaleciera la Ley del más fuerte y el “todos contra todos”. Una fuerza mayor que la de los ciudadanos individuales que frenara sus tendencias autodestructivas.

Actos tan horribles como el atentado en el maratón de Boston, 11M, 11S, violencia doméstica, matanzas a civiles, Chernóbil, guerras, violaciones (de cualquier tipo: a la propiedad privada, de los derechos humanos, sexuales...), hambre mientras se derrocha comida y recursos, discriminación y segregación, no respeto de los derechos fundamentales, daños deliberados...

Son ejemplos que parecen apoyar esa visión pesimista del género humano.

Me pasma darme cuenta que lo peor es nuestra desensibilización (sí, nuestra, me incluyo). Da igual el tamaño de la atrocidad/injusticia. Desde las más cotidianas a aquellas más escalofriantes por ser menos comunes. Nos hemos acostumbrado, ¿nos hemos acostumbrado?

En la otra cara de la moneda se encuentra Rousseau, para quien el hombre es bueno por naturaleza y las desviaciones (es decir los actos que no encajan con la bondad natural) se deben a errores históricos que pueden acatarse. La sociedad convierte al hombre natural (bueno, cooperativo, feliz y equilibrado) en un mal hombre social (malo, competitivo, desequilibrado y egoísta). Y esto ocurre, según Rousseau, porque la sociedad crea en el hombre necesidades que van más allá de la supervivencia. Necesidades en realidad superfluas que nos degradan.

¿Qué tipo de necesidad puede llevarnos a convertirnos en nuestros peores enemigos?

¿Qué satisfacción es la que realmente nos sirve para estar en equilibrio con nosotros mismos y con el resto?

TÓPICO 1: CADA PERSONA ES UN MUNDO

Cada persona es un mundo-  
-inexplorado. Un universo de circunstancias externas y cientos de mares de disposiciones interiores. Lleno de recovecos y cráteres desconocidos y cordilleras, a primera vista fácilmente observables... difícilmente escalables.

Es cada uno su propia constelación de relaciones con los otros y con lo de fuera de todos. Un núcleo incandescente que sale a la superficie cuando se le da salida por alguna de las grietas que son los poros.

Un continente que se mueve y cuyo movimiento lo acerca o aleja de los demás como si de la Deriva de Wegener se tratara. Una Pangea de cuerpo-mente, que en ocasiones no quieren acabar de fusionarse.

Una atmósfera de pensamientos y sensaciones, con mareas que suben y bajan a merced de las lunas.
Bosques de experiencias. Desiertos de aburrimiento. Sequías de desánimo y lluvias reparadoras de trabajo.

No es posible la vuelta a estos mundos en ochenta días. Aunque pueden ser los ochenta mejores días del mundo.

Modificada por Rosa A. Capelo en http://pixlr.com